martes, 17 de febrero de 2009

Fragmentos de una suite para orquesta - Till trånaden JS 202

Vamos a completar la información de dos obras, una de ellas en estado incompleto, de las que hablamos al introducir el tema del de El bardo opus 64 .

Sobre los dos movimientos que Sibelius tituló años después como "Fragment ur en Suite för Orkester 1914 / Föregångare till Okeaniderna" ("Fragmentos de una Suite para Orquesta 1914 / Predecesor de Las Oceánidas"), ya apuntamos la situación del manuscrito (que no lleva ningún número de catálogo), la falta de un de su primer movimiento, y la posibilidad, muy firme, de que fueran estos dos movimientos los que habrían seguido a El bardo bajo la idea de que esta obra era "un preludio".

El estado de estos dos tiempos es incompleto, no tanto por la composición en sí, sino sobre todo por la orquestación. Aquí tenemos que apuntar algo muy signativo en Sibelius en su método compositivo para la orquesta, y es el hecho de que nuestro autor escribía directamente en partitura orquestal, no componía apoyándose al piano. Esta poco frecuente habilidad fue ganada con los años, y que no fue plena hasta después de la Segunda Sinfonía (sobrevive, por ejemplo, un esbozo escrito para piano del tema del movimiento lento de la Primera Sinfonía).

Así, tal y como podemos comprobar en esta pieza, Sibelius compone a partir de apuntes sinfónicos que va completando en varias fases hasta llegar a la obra final. Esta obra habría quedado en un estado intermedio, por una parte no estamos ante simples apuntes, pero tampoco la música está completa, si desarrollada en gran parte, sobre todo en el movimiento II.

Éste lleva la indicación de "Tempo moderato" y el tono es Mi bemol Mayor, un brevísimo movimiento con delicadas y melancólicas melodías de los clarinetes, y sonoridades camerísticas coloreadas en ocasiones por trompetas en sordina y el arpa (de nuevo la cercanía con El bardo). El discurso es interrumpido por extensos silencios, cabría que preguntarse si el compositor habría completado de haber terminado la obra o si los habría dejado como tales silencios, muy propios por otra parte de esta época compositiva.

No podemos establecer ninguna relación que no sea simple especulación con el eventual programa que habría tenido la obra si realmente es la suite concebida para El bardo, donde el título para el segundo tiempo es "El caballero y la ninfa" o incialmente "El caballero y la náyade". Erik Tawaststjerna ha postulado que la pieza de la suite se habría inspirado en la canción "Hertig Magnus" ("El duque Magnus") opus 57 nº6 de 1909, con texto de Josephson donde se narra un motivo típico del folclore fantástico escandinavo, la llamada de una ninfa acuática a un noble, seducido finalmente hasta arrastrarlo a su muerte entre las aguas (la posibilidad se refuerza por la relación del siguiente tiempo con Las Oceánidas y lo que sería la inspiración "acuática" de este).

La música de esta brevísima obra parece haber sido reutilizada en la pieza para piano Till trånaden JS.202, de la que hablamos más abajo.

En cambio, el movimiento III está muy relacionado con otra pieza, como ya hemos apuntado reitiradamente, el poema sinfónico Las Oceánidas opus 73, que compondría en 1914 como petición del festiva americano de Norfolk. La relación es más que evidente, ya que el poema sinfónico utiliza temas e incluso sonoridades muy precisas de este "allegro", lo cual se hace más que visible en la versión original del poema sinfónico - llamada comúnmente "versión de Yale" - y que el autor había titulado en alemán con el nombre de "Rondo der Wellen". Lo cierto es que este allegro parece un simple esbozo de la versión original, aunque desde luego no fue esa la intención original de Sibelius.

El movimiento, de doble duración que el anterior, está indicado simplemente, como ya hemos indicado, como "Allegro" tras un attaca muy efectivo, ya que este fragmento está escrito en el mismo tono que el precedente. Comienza con un motivo de las flautas que apunta sin ninguna duda al poema sinfónico, en especial en la "versión de Yale", al que le sigue un pasaje de las cuerdas que será el tema inicial de Las Oceánidas en su versión final. Llegamos entonces aun nuevo pasaje de la cuerda en trémolo - que también contiene desarrollos muy carácterísticos que se oirán en el poema sinfónico -. Un último tema será el del Glockenspiel en ambas versiones (y con el que empieza la versión original).

Se correspondería con el "rondó" del plan de la suite, y de nuevo sería más que correcto esta teoría no sólo por el carácter del tema de las flautas, sino por el título de la "versión de Yale", y la certeza de que en ambas versiones de Las Oceánidas nos encontramos en una forma cercana al rondó.

El estado de este movimiento, en cualquier caso es mucho más el de un torso fragmentario, tanto en composición como en orquestación, aunque es posible su interpretación, así como una audición que vaya más allá de la simple curiosidad.

Así sucedió con ambos fragmentos cuando se oyeron por primera vez en la historia en el
Festival Sibelius de Lahti, aunque se estrenaron curiosamente como bises y por separado, el movimiento III el 19 de septiembre de 2002 y el II al día siguiente.

Esta obra fue grabada unos meses después por los mismo protagonistas del estreno, la Sinfonia Lahti con Osmo Vänskä dirigiendo, dentro de un sensacional disco que contenía además la versión original de Las Oceánidas y otras piezas breves y versiones para orquesta en estreno mundial, un conjunto realmente sorprendente y hermoso, que recomiendo vivamente (aunque el contenido de este disco se puede encontrar divido entre los volúmenes I y el VIII - que se publicará salvo sorpresas el mes que viene - de la Sibelius Edition de Bis).

En cuanto a la pieza para piano Till trånaden (A la melancolía) JS.202 como
ya señalamos está relacionada con el tiempo II de la suite. No se trata de una transcripción en sentido estricto (mucho menos es posible la opción contraria), sino una relaboración de los mismos motivos de forma más pianística y por supuesto completada. Una miniatura realmente hermosa, aunque con el piano pierda parte de su belleza. Esta pieza fue finalizada el 28 de noviembre de 1913 y publicada poco después.

Ha sido grabada dentro de integrales (nunca exhaustivas con obras manuscritas y de juevntud) como la Håvard Gimse para Naxos y la de Erik T. Tawastjerna, aunque sin duda la versión de Folke Gräsbeck para la Sibelius Edition - anunciada para diciembre de este año dentro del segundo estuche de música para piano - será con total seguridad la más destaca.

En fin, como hemos podido comprobar estos pocos minutos de música dan mucho de qué hablar, no sólo por su misteriosa historia, sino también por la belleza de los mismos, a pesar de que el estado nos puedieron hacer pensar lo contrario.

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