jueves, 29 de marzo de 2012

La música incidental de Jean Sibelius

La idea de combinar teatro y música es tan antigua como el teatro mismo. Al tiempo que la música occidental alcanzaba un desarrollo significativo en la época barroca, el teatro empezó a demandar una mayor presencia de la misma con el objeto de promover una mayor expresividad del texto dramático. Además de canciones de personajes secundarios y danzas, con un sentido más bien decorativo en general, en el siglo XVII se comienza a incorporar preludios y entreactos que tratan de reflejar el carácter (los affetti) de la obra teatral. 

Durante el clasicismo se da un paso más al incorporar música a la propia marcha del drama a través del melodrama, una partitura, normalmente orquestal, acompañaba a la declamación, subrayándola y elevando su expresividad. A partir del "Egmont" de Beethoven la música incidental, consistente en oberturas, entreactos, melodramas, canciones y hasta coros, se convierte en toda una necesidad del teatro romántico y postromántico. 

No obstante, la importancia de esta música incidental ha dependido mucho de circunstancias particulares. Por ejemplo, de usos nacionales: es bastante obvio, por ejemplo, que los compositores austriacos y alemanes - el citado Beethoven, Weber, Schubert, Schumann y el Mendelssohn de la inmortal "Sueño de una noche de San Juan" - fueron más proclives a escribir música incidental de altura que los franceses - con "La arlesiana" de Bizet como gran excepción -. También hay que tener en cuenta que los compositores no llevan la iniciativa de escribir estas partituras, sino que son encargos de directores de teatro para una determinada producción. En multitud de ocasiones la obra musical moría allí, en otras se prolongaba como una "partitura ideal" para la obra y llegaba a otras producciones. Las más de las veces el compositor extraía fragmentos o una suite entera de entre los números de su composición (a veces reelaborándolas) para que al menos parte de la partitura tuviera vida en las salas de concierto. 

La situación de los países nórdicos en cuanto a teatro y música incidental es sin duda privilegiada entre el siglo XIX y principios del siglo XX, heredera de la influencia germánica. Por una parte está la gran afición de aquellos públicos por el teatro, que llegaba a ser fervor en las clases cultas. como también las populares. Además hubo grandes figuras literarias, entre ellas genios de talla universal como August Strindberg y Henrik Ibsen. Por otra parte los grandes compositores se prestaban con facilidad su talento al servicio del teatro, lo que nos dejó partituras de gran calado firmadas por nombres como Grieg - asociado para siempre con la genial partitura para "Peer Gynt" de Ibsen -, Halvorsen, Alfvén, Stenhammar, Nielsen y por supuesto Jean Sibelius. 

Sibelius compuso una docena de trabajos para la escena, incluyendo algunas de sus mejores composiciones, así como algunas de las más populares (lo cual no siempre coincide). Como amante del teatro, compositor de poemas sinfónicos y de principios estéticos próximos al simbolismo, nuestro autor siempre se sintió muy dispuesto a acometer este tipo de música. Pero como venía siendo norma la iniciativa de tales trabajos correspondió a encargos desde el mundo del teatro. Encargos que nunca le faltaron (y de hecho excusó algunos otros), especialmente si tenemos en cuenta que en su propio círculo íntimo del músico nórdico hubo siempre autores teatrales, incluyendo amigos y familiares a los que no podía negar sus compases. 

La calidad de estas partituras es muy variada, y vinculada a su forma: en algunas ocasiones nuestro músico escribe piezas de género, pequeñas y ligeras, aunque sin duda de gran belleza. En otras ocasiones el compromiso expresivo es mayor, y podemos encontrarnos auténticas obras maestras. Incluso se da la posibilidad de que pequeñas formas constituyan alguna de esas obras maestras, como sucede con "La tempestad" opus 109, donde Sibelius desarrolla un lenguaje avanzado y único, de gran intensidad. 

También vamos a incluir en esta categoría (no todas nuestras referencias lo hacen) música destinada a tableaux vivants como canciones teatrales. Los tableaux vivants son una rara fórmula teatral: tal como su nombre indica se trata de la representación de determinas escenas a modo de ilustración, sin diálogos en general, a la manera de pantomima, pero sin movimiento. Se pusieron especialmente de moda en el siglo XIX para representar escenas históricas y mitológicas, sobre todo en ambientes nacionalistas. Las músicas, ya fuera de época o compuestas expresamente, eran habituales como parte de ese "decorado". Como es lógico la llegada de la grabación de imágenes en movimiento acabó con este singular subgénero. 

Así mismo, como ya hemos señalado, incluiremos en esta categoría así mismo canciones (voz y acompañamiento instrumental) cuando tuvieron en origen una intención dramática. ______________________ 


A continuación daremos cuenta de las obras que forman parte pues de este apartado de la producción de Jean Sibelius, con información relativa a su autor teatral, fecha de composición, breve descripción de la trama, números musicales y suites o arreglos derivados de ella. 

- "Näcken" ("La ninfa acuática") de Gunnar Wennerberg (1888). Magia rúnica dramática, en la que un sacerdote derrota a una ondina. Canción JS.138 para voz, piano, violín y violoncello, con recitador (el resto de la música escénica fue responsabilidad de Wegelius). 

- Escenas para un festival y lotería en ayuda de la educación de la provincia de Viipuri [Karelia], tableaux vivants de Gabriel Lagus, Axel Gallén-Kallela, Emil Wikström y Jac Ahrenberg (1893). Descripción de la historia de Karelia, desde la época pagana hasta el Imperio Ruso. Obertura y música para ocho cuadros JS.115 para orquesta, dos cantantes rúnicos en uno de ellos. Dos números arreglados para piano, obertura como Obertura Karelia opus 10, y tres números como Suite Karelia opus 11, ambas obras para orquesta. 

- "Kung Christian II" ("Rey Cristian II), de Adolf Paul (1898). Drama en torno al rey Cristian II de Dinamarca, Noruega y Suecia y su amor por su amante Dyveke (Palomita), de origen burgués. Cuatro números compuestos para la primera producción (24 de febrero), tres números añadidos, uno de ellos alternativo a uno de los iniciales, para producciones posteriores (opus 27), todos ellos para orquesta, con una canción. Los cuatro números iniciales arreglados para piano (uno de ellos alternativamente con voz), cinco números arreglados para orquesta como Suite Rey Cristian II opus 27. 

 - Celebraciones de la prensa, tableaux vivants de Kaarlo Berghom, versos de Eino Leino y Jalmari Finne (1899). Descripción de la historia de Finlandia, desde la época pagana hasta el Imperio Ruso. Preludio y música para seis cuadros JS.137 para orquesta. Tres números arreglados como Scènes historiques I opus 25, número final como Finlandia opus 26

- "Kuolema" ("La muerte"), drama de Arvid Järnefelt (1903). Obra simbolista en torno a Paavali, marcado por la muerte de su madre, que se enamora de Elsa y es recordado con cariño por su comunidad. Seis números JS. 113 para orquesta de cuerda y campanas, dos de ellos con canto, y dos nuevos números opus 62 añadidos para producción de 1911. Un número de JS.113 arreglado para orquesta como Valse triste opus 44 nº1, dos números arreglados para orquesta como Escena con grullas opus 44 nº2. 

- "Ein Fichtenbaum — träumt von einer Palme" ("Un abeto, soñado por una palma"), tableau vivant sobre un poema de Heine (1904). Musik zu einer Scène, arreglado como Danza-Intermezzo opus 45 nº2, primero para piano y después para orquesta. 

- [Procesión de actores en despedida a Kaarlo Berghom], tableau vivant (1905). Cortège JS.54, para orquesta (música reutilizada en opus 109). 

- "Pelléas og Mélisande" ("Pelléas y Mélisande), drama simbolista de Maurice Mæterlinck, traducido al sueco por Bertel Gripenberg (1905). Historia ambientada en la Edad Media, en torno a una misteriosa doncella llamada Mélisande, que es encontrada perdida en un bosque, pretendida por Golaud pero que se enamora del caballero Pélleas. Diez números musicales JS.147 para orquesta, uno de ellos una canción. Ocho números arreglados para piano, nueve arreglados para orquesta como Suite Pélleas et Mélisande opus 46

- "Pan og Echo" ("Pan y Eco"), tableau vivant (1906). "Pan y Eco son vistos en una colina, mirando a las ninfas danzando en el valle". La representación formó parte de un festival de lotería. La música fue publicada como "Pan y Eco. Intermedio-danza nº3" opus 53, y suele incluirse entre los poemas sinfónicos del autor.

- "Belsazars gästabud" ("El festín de Belsazar"), drama de Hjalmar Procopé (1906). Historia bíblica en la corte del rey Belsazar de Babilonia, su amor por la esclava judía Leschanah y el anuncio de su muerte por parte del profeta Daniel. Diez números JS.48 para orquesta, uno de ellos una canción. Dos números (Danza de la vida y Danza de la muerte) arreglados para piano, cinco de ellos (dos fusionados) arreglados para orquesta como Suite El festín de Belsazar opus 51

- "Svanevit" ("Cisne blanco"), cuento de August Strindberg (1908). La joven princesa Cisne Blanco está prometida a un príncipe de un reino cercano, pero ella ama a un joven príncipe que desempeña el papel de embajador. Su madrastra lo prohíbe, y le obliga a casarse con el otro príncipe, mientras trata de matar a su enamorado. Catorce números JS.189 para pequeña orquesta. Algún número suprimido y otros fusionados en arreglo como Suite Svanevit opus 54, para orquesta. 

  Producción de "Svanevit" de Ingmar Bergman (1940) 

 - "Ödlan" ("Lagarto"), drama simbolista de Mikael Lybeck (1909). El conde Ottokar hereda la fortuna familiar, y se casa con la inocente Elisiv, pero su prima Adla desea suplantarla. Música para dos escenas opus 8 para violín solista y cuerda (un instrumento por parte). 

- "Trettondagsafton" ("Noche de reyes") tragedia de William Shakespeare, en traducción al sueco de Carl Hagberg (1909). Viola naufraga y se disfraza de hombre, y comienza a trabajar en el palacio de Orsino, que está enamorada de Viola, quien a su vez se disfraza del disfraz de Viola. Dos canciones opus 60 para barítono y guitarra, "Kom nu hit, död!" ("'¡Aléjate, Muerte!") y "Hållilå, uti storm och i regn" ("Tralalá, la tormenta y la lluvia) arregladas posteriormente con acompañamiento de piano, la primera de ellas arreglada también con acompañamiento orquestal. 

- "Die Sprache der Vögel" ("El lenguaje de los pájaros") de Adolf Paul (1911). [Sibelius no conocía el argumento a la hora de escribir la música, y no podemos ofrecer más datos sobre el mismo]. Marcha nupcial JS.62 para orquesta. 

- "Scaramouche", drama de Poul Knudsen (1913). Después de un baile organizado por Leilon, el violista Scarmouche, enano jorobado, vuelve en busca de su mujer, Blondelaine, para raptarla. Pero la mujer lo mata, y baila hasta la muerte. Dos actos sin solución de continuidad opus 71 para orquesta (la música abarca la totalidad de la obra). Dos pasajes arreglados para piano como Danse élégiaque y Scène d'amour, el último también para violín y piano. 

- "Jokamies" ("Cada uno"), drama de Hugo von Hofmannsthal traducido al finés por Huugo Jalkanen (1916). Obra moral al estilo de un auto sacramental, con personajes como la Muerte, las Buenas Obras, la Fe, el Demonio, el Mammon... Dieciséis números opus 83 para solistas vocales, coro y orquesta. Cinco números arreglados en tres piezas para piano (Episodio, Scena y Canzone). 

- "Stormen" ("La tempestad"), tragedia de William Shakespeare, en traducción al danés de Edvard Lembcke (1925), nueva producción en finés en traducción de Paavo Cajander (1927). El duque de Milán, Próspero, duque de Milán, ha sido expulsado de su heredad por su hermano, y naufraga tras una violenta tormenta en una isla. Junto a su hija Miranda y el salvaje Caliban, se dedica al estudio de la magia y entra en contacto con el espíritu Ariel, que le ayudar a vengarse de su hermano, aunque al final la indulgencia se impone. Veinticinco números opus 109, para orquesta, algunos de ellos cantados, y un número alternativo añadido para la producción de 1927. Algún número suprimido y otros fusionados en arreglo como Preludio y dos Suites La Tempestad opus 109 nos. 1, 2 y 3 para orquesta. Tres números también en arreglo para piano. 

William Hogarth: "La tempestad" (c.1728) 

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Dedicaremos nuestro próximo post a comenzar una nueva serie sobre "Rey Cristian II", la primera música incidental para teatro propiamente dicho compuesta por nuestro autor. 

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