martes, 16 de febrero de 2016

"Svanevit" ("Cisneblanco"), música incidental para la obra de Strindberg JS.189 y Suite opus 54 (1908): y 3. Discografía

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Finalizamos nuestra breve serie sobre "Svanevit" con una discografía de la obra en sus dos vertientes. El listado, casi completo, presenta las dos únicas grabaciones completas de la música incidental, además de todas las de la suite o números de la suite excepto dos discos - que sepamos -, el dirigido por Yondani Butt, que ofrecimos como enlace de youtube, pero que al no poseer el disco físico no haremos la crítica, y un número de la suite ("Las doncellas con flores") que grabó Stokowski en 1947, por idéntica razón. En las grabaciones de la suite indicamos si se trata de una selección o de si la grabación está completa. 


Música incidental

Sakari Tepponen,  violín
Pauli Pietiläinen, órgano
Orquesta Sinfónica de Lahti
Osmo Vänskä
- BIS (1996) - [tb. Sibelius Edition vol. V]

La primera grabación de la música incidental (aunque la partitura se seguía utilizando ocasionalmente en los teatros) llegó con un disco convirtido en un auténtico best seller musical, un acontecimiento que dio un gran impulso a la música sibeliana y, por supuesto, a sus protagonistas: Vänskä y al "sonido Sibelius" de la Lahti. 
Tras la dos notas del primer número, el segundo muestra la finura de la textura de la cuerda, con un tempo muy ajustado a la indicación, y la delicadeza de la pieza queda bien desnudada. Tras el acorde del cisne, el cuarto número desvela de nuevo las sonoridades exquisitas que nos ofrece el director con un pizzicato antológicamente sibeliano, y el rubato y el equilibrio de nuevo muy ajustado a lo demandado por la partitura (y la escena), sobre los que se alzan, misteriosos, los solos de la madera. Tras la reiteración del acorde del cisne, el sexto número ofrece una bellísima introducción de la cuerda, con un vibrante cambio de dinámicas, seguido por el hermoso canto de los pájaros, que parecen saludar llenos de entusiasmo a la llegada de la felicidad. El séptimo número, presentado en su versión original como número separado y sólo para cuerda, demuestra poseer una belleza extraña y desconcertante, en la que Vänskä se recrea a base de los "suspiros" acentuados, pero sin abandonarse al romanticismo. El número que describe la soledad del príncipe se desvela también con un lirismo poco común, que pasa a ser tristeza infinita cuando llega el tema a la cuerda, pero lejos de la tragedia de la versión de la suite, hecho que se pone muy de relieve con la lectura melancólica sin estridencias (aunque el tempo sea algo más lento del indicado). El vals prolonga esa misma sensación, con la misma sensibilidad del séptimo número, demostrando la caracterización perfecta que se hace en esta grabación. El centro emocional de la música de Sibelius es también el punto álgido en la interpretación de Vänskä, el dúo amoroso del nº10, en el que sobresale la magia del violín solístico, y un clima onírico y hasta feérico. El nº11 se antoja muy evocador y sobrenatural, mientras que el nº12, único en la versión teatral, cumple con su papel sin nada más que destacar aparte del logro de sus amplias sonoridades. El nº13 recrea una escena muy emotiva, casi lacrimosa y llena de piedad y grandiosidad contenida. El número final con su órgano es majestuoso y pleno, redondeado una grabación a la que poner peros es casi una imposición de la objetividad más que un convencimiento profundo. Sensacional grabación pues, y un "absolutamente obligatorio" en la fonoteca de cualquier sibeliano que se precie.

Interpretación: 9,5   • Estilo: 9,5  • Sonido: 8


Orquesta Filarmónica de Turku
Leif Segestam
- NAXOS (2014, ed. 2015)

Grabadas entre 2014 y 2015 y publicadas a largo del año Sibelius, Segerstam ha hecho un acopio de magníficas grabaciones de la música incidental (casi) completa, añadiendo otras raras obras del catálogo, planteando así una segunda alternativa a obras que sólo había grabado hasta ahora Vänskä, o que apenas contaban con un par de grabaciones más. Una manera más económica de disfrutar de estas raras pero maravillosas obras si no podemos acceder a las del sello BIS. Su "Cisneblanco" es más lento, romántico y algo menos íntimo, con una orquesta mayor, y hasta mayores pretensiones, pero también se deja atrapar por la altura de su música.
Tras el motivo de la trompa, el segundo número llega con tempo muy relajado, pero evita la monotonía cuidando que la repetición del mi se oiga siempre. Tras el acorde wagneriano, el pizzicato de la orquesta cuida sus contrastes, que la grabación recoge muy bien con el espaciado estereofónico. Sorprende incluso cierto grado de estética expresionista en el movimiento, como queriendo encajar con la grabación de la música de "Ödlan" ("El lagarto") opus 8 del mismo disco. El sexto número resulta más romántico que con Vänskä, muy legato, y con toques de cierta tragedia. El pizzicato tiende a ser tremendamente lento, casi gesticulante, pero de gran fuerza. El séptimo número apuesta por una gran profundidad, quizá más allá del espíritu original de la pequeña pieza. En el octavo lleva un tempo más propio que el de la grabación de Lahti, pero también su concepto es más amplio y sinfónico, y podría encajar perfectamente en una obra "mayor". El vals tiene el aspecto justo del Valse triste, y con eso basta para definirlo. Segerstam convierte el nº10 en una maravillosa pieza concertística, mientras que el nº11 se guía más como un cuadro muy evocador. El nº12 ofrece un cuadro poderoso también, mientras que los dos números finales ofrecen una imagen cósmica y trascendente, con unos sforzandi muy marcados en el final (donde la cuerda sepulta bastante al órgano), terminando la pieza mayestáticamente. Buena lectura, pero en concepto e interpretación no queda superada por la del sello BIS.

Interpretación: 7,5   • Estilo: 7  • Sonido: 8


Suite 

[completa]
Orquesta de la Radio Noruega
Ari Rasilainen
- FINLANDIA RECORDS (2002)

Aunque a priori Rasilainen pudiera parecer un maestro menor dentro del panorama de directores finlandeses, firmó esta excelente grabación (como todo el disco, por cierto) de la suite, una lección de estilo a la par que de emoción y sensibilidad, un refinado y transparente y sonido sibeliano, acentuado gracias a la verdadera devoción que trasluce por las piezas en particular, que se desvelan aquí lejos de ser "menores".
El primer movimiento apuesta por la animación y la alegría rotunda y radiante, con miles de matices que desplazan, como hubiera querido el autor, toda monotonía. El segundo tiempo también comienza vivo pero misterioso, muy evocador... hasta culminar brillantemente en el gran tema de arpa y flautas, que con Rasilainen adquiere un tono de insondable melancolía, acompañado por los arpegios etéreos del instrumento punteado. El vals del tercer tiempo se muestra muy colorístico, nostálgico sin sensiblería, y lleno de una emoción poco común en otras grabaciones, que suelen entonar con mayor ligereza o excesiva seriedad. El cuarto movimiento se desborda en alegría y agitación, con matices de nuevo muy cuidados, un rubato bien empleado y excelentes prestaciones solísticas. A pesar de que el trío se acomete también con rapidez, manifiesta una belleza inusitada. La quinta pieza adquiere de igual forma el punto justo entre la seriedad y el drama contenido, sin excesos hacia ningún extremo. La segunda parte resulta muy bien integrada (algo que no siempre pasa en el resto de la discografía), sin perder el pulso en el cambio. El sexto número es el centro espiritual de la suite, y el director finlandés hace el mejor trabajo posible, con una lectura arrebatada y llena de delicadeza al tiempo, recreándose en los suspirantes anhelos de la doncella Cisneblanco. Rasilainen además sabe identificar a los "personajes" dentro de la música, perfilando siempre su música particular. El séptimo movimiento supone una verdadera exaltación y elevación, que camina (con las campanillas) hacia la apoteosis, con la cuerda celestial y el arpa cuajado de estrellas. Muy buen registro. 

Interpretación: 9  • Estilo: 8,5   • Sonido: 7


[nos. 2 -4, 6]
Orquesta Sinfónica de Bournemouth
Paavo Berglund
- EMI (1971), varias reeds.

En su selección el maestro finlandés opta por los números de mayor sustancia sinfónica. Aunque Berglund impone aquí su seriedad y hieratismo, por lo que a priori podría resultar poco afín a la obra, lo cierto es que consigue resaltar toda su musicalidad, dando como resultado uno de los mejores registros, del que sólo cabe lamentar no estar completo. 
El sobrio arpa encarnada en el pizzicato da a paso a una rica textura del tema de las flautas, con un tono triste, apagado incluso, con un excelente rubato. El vals que sigue lo hace con una gran melancolía, casi desolación, pero gran delicadeza, aproximándola más que otras interpretaciones al conocido Valse triste. El cuarto número contiene gran agitación y un dinamismo casi de poema sinfónico. El sexto puede resultar hasta demasiado serio, convirtiendo las emociones de la joven Cisneblanco casi en un drama strindbergiano y no en su cuento de hadas, pero aun así la lectura es muy bella. Altamente recomendable.

Interpretación: 8,5  • Estilo: 8  • Sonido: 7


[nos. 2, 3, 5-7]
Monika Abendroth, arpa
Orquesta Sinfónica de Islandia
Petri Sakari
- CHANDOS (1992)

El director, también finlandés (vemos que esta obra es muy querida en casa), deja fuera de su selección el primer número, como suele ser habitual, pero extrañamente también el cuarto. El enfoque es sinfónico y sobrio como el de Berglund, pero mucho más atento a los colores y a los momentos más imaginativos. 
El pizzicato del segundo número se hace misterioso y recogido, muy insinuante, y prosigue con un toque entre nostálgico y seductor bajo las flautas y un arpa muy destacada (en el disco se recoge el nombre de todos los solistas, merecido valor profesional), que se entremezcla perfectamente en la rica instrumentación. El vals es muy delicado, también recogido y nostálgico, con un toque sentimental y un impacto más intenso en el carrillón. El quinto número se aborda con gran tragedia y profundidad, con espíritu sinfónico más que descriptivo, como arrancado de algún pasaje de la Primera o la Cuarta sinfonías, alcanzando una gran gravedad precisamente en el fragmento propio de la suite. Sakari logra aquí en los dos últimos números una progresión propia de una obra "mayor", ofreciendo la resolución al conflicto con una intenso dúo amoroso entre los protagonistas de la obra, y un aspecto de serenata bajo los tilos. Los sonidos de la orquesta crean siempre una atmósfera vibrante y de gran belleza, que culminan en la redención final, de gran majestuosidad incluso (incorporando las campanillas), con unos acordes especialmente subrayados a la manera de un recitado gregoriano. Muy buena grabación, de nuevo lamentar el par de números ausentes.

Interpretación: 8   • Estilo: 7  • Sonido: 7



[completa]
Orquesta Sinfónica del Estado Húngaro
Jussi Jalas
- LONDON [DECCA] (1975-77, p. 1997) [tb. DEUTSCHE GRAMMOPHON, p.2015]

El yerno del compositor y un poco su "hijo" musical, realizó una serie de grabaciones (recientemente reeditas al completo) con la orquesta húngara y unas cuantas obras escénicas del autor, con buen resultado en general, aunque quizá la formación instrumental, tan nítidamente centroeuropea, permanezca algo ajena al estilo de Sibelius, que por otra parte Jalas expresa con absoluta fidelidad. Así, no sin algunas deficiencias técnicas por ambas partes, tenemos una lectura tremendamente significativa, llena además de un compromiso por la profundidad. 
El primer número se completa con pequeños detalles de dinámica y contrastes que la conviertan en una pieza muy animada. La segunda pieza se tiñe de una nostalgia muy nórdica, con sonidos mágicos y evocadores, incluyendo la bien matizada arpa. El tercer tiempo transcurre muy acelerado, y sustituye la melancolía por la ansiedad y el temor al destino, nunca resuelto. El cuarto tiempo tiene un ánimo plenamente sibeliano, lleno de compases agitados y notas que viven plenamente, con un trío especialmente vivo (de tempo nuevamente ansioso, el retrato que hace Jalas del personaje de Cisneblanco). El movimiento brilla especialmente por los solos de viento, que contrastan con una cuerda quizá más apelmazada. El quinto movimiento tiene un sentimiento atenuado, nunca demasiado trágico. El sexto adolece del mismo defecto antes señalado sobre la cuerda, que impide la necesaria delicadeza, pero de nuevo nos ofrece un viva imagen de la amorosa doncella, repleta de vida y afecto. El final tiene un valor festivo y solemne, sin profundidad sacra pero sí una sensación de plenitud (incluye las campanillas). Recomendable.

Interpretación: 7  • Estilo: 8,5  • Sonido: 6,5



[no. 3]
Orquesta Sinfónica de Boston
Serge Koussevitzky
(1936) - varias reed., incl - NAXOS (2004)

La más antigua grabación de una pieza  cualquiera de "Cisneblanco" pertenece al periodo "dorado" de los años 30 y es debida a uno de los más ardientes defensores de la música del maestro, Serge Koussevitzky, que nos deja aquí el vals como "propina", con un toque romántico y tremendamente evocador, aunque sin mayores pretensiones. En sonido no es nada malo aun para la época.

Interpretación: 7   • Estilo: 6,5   • Sonido: 4  (mono)


[completa]
Tapiola Sinfonietta
Pekka Kuusisto
ONDINE (2006)

Como complemento a un disco dedicado a piezas breves para violín y orquesta, el joven violinista y aquí también director Pekka Kuusisto, al que destacamos con una extraordinaria versión del Concierto, encomienda aquí la suite a una orquesta de cámara de sonoridades tenues y transparentes que hacen un buen servicio a la música, aunque quizá la poca experiencia del director no permiten ir mucho más allá de una lectura nítidamente nacional y artesanal. 
El primer movimiento se hace con un bonito colorido musical, aunque se impone cierta monotonía en el ritmo, no sabiendo del todo despegar de sus insistentes pedales. Para el segundo en cambio maneja bien el misterio inicial de pizzicato y el clima de expectación, con un accelerando progresivo hacia la magia del arpa y el tema de las flautas, resuelto con elegancia. El vals resulta sensible, aunque un tanto ligero; el pizzicato de la cuerda entre lo más sobresaliente. El cuarto número comienza con un excelente intercambio de solistas y secciones de la pequeña orquesta, bien manejado desde el podio. De nuevo el pizzicato (con un arpa siempre ante el micrófono) sobresale de entre las prestaciones individuales. El trío se entona muy acelerado, lo que crea una tensión inédita respecto a otras grabaciones, que se mantiene en el final de la pieza. Para el quinto número las sonoridades masivas se imponen, y también el acelerador bien pisado, lo que da ligereza y poca distinción al movimiento más flojo de la grabación de Kuusisto. El sexto movimiento en cambio es el más brillante, un pas à deux lleno de agitadas pasiones, quizá un poco desequilibrado en los distintos planos instrumentales. El final comienza con un estilo muy cercano al órgano, que se convierte (campanillas mediante) en una rotunda afirmación (de nuevo el arpa y el pizzicato crean la magia), terminando la suite con una buena sensación. Ajustada pero valerosa interpretación.

Interpretación: 6,5  • Estilo: 7,5  • Sonido: 8,5 (SACD)


[nos. 1 -4, 6, 7]
Real Orquesta Filarmónica
Thomas Beecham
- BBC (2000)

Una histórica grabación en directo procedente de la celebración que hizo la emisora británica para celebrar el 90 aniversario del compositor, el 8 de diciembre de 1955. El mítico director británico llevaba años dirigiendo esta música, si bien no existen (hasta donde sabe quien les escribe) otras grabaciones, por lo que esta sería la más antigua de la discografía de la suite (casi) completa, con un Beecham tan otoñal y nostálgico, casi tan anciano como el propio compositor.  El sonido radiofónico no es especialmente bueno, y el público sufre de las afecciones prenavideñas, pero es un documento ciertamente valioso (todo el concierto, que ha quedado registrado, himnos nacionales de Reino Unido y de Finlandia incluidos).
El primer movimiento transcurre lento, hasta con cierta solemnidad, pero sin perder detalles de las figuras más fantasiosas. El pizzicato del segundo tiempo tiende a la misma lentitud, y se convierte en casi un minueto cortesano con la llegada del tema principal. El tercer número está dotado de mayor magia, aquí el tiempo es curiosamente más correcto (a pesar de la tentación de convertirlo en un valse triste), y Beecham se deja fascinar por el contraste entre las cuerdas asordinadas, los staccati de las flautas y la gravedad del carrillón central. Para el cuarto número el músico británico compone una viva escénica dramática, con un toque operístico incluso, de gran colorido y un sentido muy sinfónico. Beecham prescinde del quinto número (quizá por no ahondar en la tragedia que en aquel concierto se expondría a continuación con una Cuarta sinfonía), continuando la progresión del número anterior con el sexto, de nuevo de toque un tanto teatral y de sinfonismo amplio, con un lirismo aún más romántico. El final camina hacia lo grandioso, una verdadera apoteosis, que ciertamente traza sus semejanzas con la Séptima sinfonía (aunque apenas se oyen, Beecham utiliza las campanillas). El timbal retumba para terminar la obra con grandeza. Una versión un tanto ajena a sentido de la obra, pero como decíamos de valor histórico.

Interpretación: 6,5  • Estilo: 6  • Sonido: 4 (mono, directo)

[completa]
Orquesta Sinfónica de Gotemburgo
Neeme Järvi
- BIS (1985, p.1987) [tb. Sibelius Edition vol. V]

La grabación del maestro estonio presenta un trazo algo grueso, y un espíritu ligero, casi de ballet, sin gran compromiso por la pieza. Sólo el buen hacer del director consigue aportar la suficiente musicalidad, aunque en general resulte decepcionante frente a la mayoría de sus registros sibelianos. La mala toma de sonido no ayuda tampoco.
El primer número apuesta por un tempo agitado y arriesgado. El segundo intenta ganar con los contrastes dinámicos y tímbricos, dando gran protagonismo a los sonidos ligeros del arpa, al igual que el tercero, curiosamente no con la lejana cuerda, sino con los staccati de las flautas. El cuarto número en cambio representa mayores valores interpretativos, con una expresividad más nítida y de gran romanticismo. La soledad del príncipe en el quinto número puede resultar algo excesiva en cambio. El sexto movimiento vuelve al tono romántico, aunque la falta de delicadeza le aparte del resultado óptimo. El final tiene sonoridades muy sinfónicas, y resulta eficiente pero no muy bien relacionado con las intenciones del autor (faltan las campanillas además). Una versión más o menos correcta, pero fallida en conjunto.

Interpretación: 5,5  • Estilo: 6  • Sonido: 6


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